Un fantasma recorre América Latina, el fantasma de la izquierda. Ante él, los medios recurren a una caja de herramientas conceptuales un tanto anticuadas para intentar entender cómo y por qué. Así, se habla de populismo clásico, y de que los votantes son irracionales (ver post sobre Joaquim Ibarz). Sin embargo, yo creo que recurrir a estos dos conjuntos de ideas nos llevará a extraer conclusiones equivocadas sobre el por qué la gente los apoya y los vota, y sobre las perspectivas de éxito que puedan tener en sus programas de gobierno.
Ante uds.: El fantasma
No entraré en el tema del supuesto irracionalismo de los votantes, porque ya lo hice en otro post. Pero vale la pena detenerse por un momento a analizar la etiqueta clásica del “populismo.” Supuestamente, se aplica a un estilo personalista de hacer política, en el que se eliminan las instancias de mediación entre el líder y las masas. En la práctica, hoy en día esto significa una presencia continuada por parte del líder en los media. Visto así, políticos como Nicolas Sarkozy, Vladimir Putin y Silvio Berlusconi comparten el calificativo de populistas (ver por ejemplo “Tres en raya,” de Lluís Bassets, en EL PAÍS, 20 de Abril de 2008, ver nota 1). A esta forma de hacer política se le pone la cara de un político latinoamericano proclamando soflamas ideológicas y listos. Ya tenemos un artículo de prensa que los lectores de diarios rápidamente identificarán como algo familiar.
Prestemos atención a la siguiente respuesta en una entrevista a Juan Arias, corresponsal de El País para Brasil, publicada en el Diario de Mallorca el 15 de Marzo de 2008 (ver nota 2):
“-¿Lula, Hugo Chávez o Evo Morales tienen un póster del Che en su habitación?
-Me imagino que sí, pero sería mejor que lo quitasen. Latinoamérica se enfrenta al riesgo del populismo y el misticismo, que impiden el florecimiento de democracias serias al estilo occidental. Y conste que en ese continente anida el futuro de la humanidad.”
Debemos notar primeramente que la pregunta del entrevistador mete a una serie de políticos en el mismo saco, y luego los caricaturiza. Y la respuesta es también muy interesante, porque según Arias existe el riesgo de populismo en Latinoamérica, lo que impide “el florecimiento de democracias serias al estilo occidental.” Es la acción de gobierno de Evo Morales contraria al florecimiento de la democracia occidental? Bien, estas democracias se asientan en sistemas de partidos consolidados, procesos electorales estables, y unas condiciones sociales de amplio progreso material para la población. Estoados Unidos, Europa Occidental, Japón y otros casos comparten todos estas características. Cuando se dice “democracia occidental” estos son los casos que se tiene en mente.
En mi opinión, se puede criticar a Evo por no haber tenido demasiada perspectiva al proclamar la Constitución nueva con la oposición de amplios sectores de la población. Sin embargo, no se puede olvidar que todo este proceso se ha hecho respetando escrupulosamente las reglas del juego democrático, algo que hasta ahora no se había dado en Bolivia. Además, el objetivo de su gobierno es extender los frutos de la explotación de los recursos nacionales entre la población, reconociendo además la herencia indígena del país. Es plenamente un proyecto de progreso para el país. Así que tanto en las formas como en el fondo, el gobierno de Evo tiende a acercar a Bolivia a las democracias occidentales, no a alejarla.
Evo Morales, Presidente de Bolivia
El caso de Hugo Chávez en Venezuela es todavía más curioso. A mí no me parece un gran político, ni mucho menos, y creo que debería replantearse algunas de sus opciones políticas, porque no parecen muy de futuro. Sin embargo, el linchamiento mediático y político al que lo ha sometido la oposición venezolana, la élite venezolana, y buena parte de los media internacionales ha sido de escándalo. La historieta de que está en contra de la democracia es una infame equivocación, por ejemplo. Pocos gobiernos han usado más que el suyo la herramienta del referéndum para avanzar sus políticas. No es que esta herramienta sea el sumum de la democracia, está claro, pero si por algo se distingue su gobierno es por haber actuado con el apoyo popular. Además, contrariamente a lo que se dice su gobierno ha marcadu un antes y un después en el respeto a la pluralidad informativa. Antes de Chávez, un periodista que literalmente insultara al presidente del gobierno llamándole “perro” desaparecía rápido. Hoy en día no. Es cierto que no le renovó la licencia a una conocida cadena de televisión. Sin embargo, qué hacer cuando una cadena de TV se adhiere a la suspensión de la Constitución, la derogación de las instituciones democráticas, y la cancelación de las garantías del Estado de Derecho? No creo que muchos políticos la mantuvieran. Las críticas a él y su gobierno son muy sintomáticas de la política liberal. Nos gusta la democracia si contribuye al avance del libremercado. Si no lo hace, reclamamos la entrada del golpismo, y rápidamente se nos olvidan nuestras diatribas sobre la democracia y la libertad.
El caso de Lula es el más flagrante de todos. Cómo se pueden calificar a sus programas de transmisión de renta condicionada de populistas? Hablo del Bolsa Familia y Bolsa Escola. Lo comenté en otro post, pero calificar estos programas de populistas es no saber como funcionan.
Por lo tanto, qué hay detrás de la etiqueta de populistas? Nos es útil a la hora de entender la acción de gobierno de políticos tan dispares como Chávez o Lula?
Otro día hablaré de por qué han llegado al poder, y del concepto de populismo.
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Notas:
1. http://www.elpais.com/articulo/reportajes/raya/elpepusocdmg/20080420elpdmgrep_2/Tes/
2. http://www.diariodemallorca.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2008031500_13_339720__Ultima-Juan-Arias-Teologo-Periodista-Embarcado-Proyecto-Esperanza-merece-episcopado-tiene